Son una estrategia de inversión utilizada en los mercados financieros. En este proceso, un inversionista toma prestadas de una compañía a través de un intermediario (generalmente un bróker acciones) y las vende en el mercado con la expectativa de que el precio de esas acciones disminuirá en el futuro.
Las acciones tienen el potencial de generar altos rendimientos a largo plazo. Si una empresa tiene éxito y su valor aumenta, los inversores pueden beneficiarse de la apreciación del precio de las acciones.
Dividendos
Algunas empresas distribuyen parte de sus ganancias a los accionistas en forma de dividendos. Esto proporciona a los inversores una fuente adicional de ingresos, independientemente de si el precio de las acciones aumenta.
Diversificación
Invertir en acciones permite a los inversores diversificar sus carteras. Al poseer acciones de diferentes empresas en diversas industrias, se puede reducir el riesgo en comparación con invertir únicamente en un solo tipo de activo.
Liquidez
En general, las acciones suelen ser activos líquidos, lo que significa que se pueden comprar o vender fácilmente en el mercado secundario. Esto proporciona a los inversores la flexibilidad de entrar o salir de una inversión con relativa rapidez.
Derechos de voto y participación en decisiones corporativas
Los accionistas suelen tener derechos de voto en asambleas generales de accionistas, lo que les permite participar en decisiones importantes de la empresa, como la elección de la junta directiva.
Protección contra la inflación
Históricamente, las han demostrado ser una forma efectiva de proteger el capital contra los efectos de las acciones de la inflación a largo plazo, ya que el valor de las acciones históricamente han demostrado ser una forma efectiva de proteger el capital contra los efectos de la inflación a largo plazo, ya que el valor de muchas acciones tiende a aumentar con el tiempo.